Buscamos la descarbonización del transporte en las américas
El transporte es generador aproximadamente del 25% de las emisiones de gases contaminantes y su electrificación mejora la calidad del aire y la salud pública. Además, reduce la huella de carbono y ofrece una mejor experiencia de viaje, contribuyendo al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible e impactando positivamente el bienestar de las personas.
El transporte ha sido fundamental en la historia de la humanidad. Dependemos de él para ir al trabajo, asistir a la escuela, hacer compras o simplemente visitar a amigos. Es un servicio público esencial con un impacto social y económico significativo.
Invertir en autobuses, terminales y en la infraestructura de carga para el transporte público significa invertir en el desarrollo social esencial que las ciudades necesitan para ser más habitables, impactando positivamente a sus residentes. Además, el transporte es un importante impulsor de la creación de empleo.
El transporte representa el 25% de las emisiones globales. La transición del transporte público hacia la electricidad llevará a un aire más limpio, menos ruido y ciudades más verdes y habitables, alineadas con los objetivos de descarbonización.